Pastoral
23-02-2024
MARÍA ANTONIA DE PAZ Y FIGUEROA -LA PRIMERA SANTA ARGENTINA
MARÍA ANTONIA DE PAZ Y FIGUEROA -LA PRIMERA SANTA ARGENTINA
Convertida en la primera santa de Argentina, en una ceremonia presidida por el papa Francisco Mama Antula fue canonizada el domingo 11 de febrero y la ceremonia tuvo lugar en la basílica de San Pedro del Vaticano.
PERO, QUIEN ERA MARÍA ANTONIA DE PAZ Y FIGUEROA O "MAMA ANTULA"
Mama Antula, como se la conoció popularmente, nació en 1730 en Silipica, Santiago del Estero. Fallece el 7 de marzo de 1799 y sus restos descansan de la Basílica de La Piedad, en la ciudad de Buenos Aires.
A los quince años, según se cuenta en la biografía "La mujer más rebelde de su tiempo", de las autoras Nunzia Locatelli y Cintia Suárez - desafió a su padre y le avisó que no se casaría ni sería monja.
En una época en la que las mujeres estaban silenciadas, ella decidió no obedecer los mandatos familiares y sociales, sino forjar su propio camino. Así, cuando tenía veinte, se vinculó con los jesuitas, por quienes sería educada, y se convirtió en BEATA MUJER PIADOSA, colaborando en la promoción y organización de los célebres ejercicios espirituales del fundador de esa orden religiosa: San Ignacio de Loyola.
En los albores de la Patria -cuando aún el territorio formaba parte del virreinato del Perú- una mujer laica, vestida con ropa de varón (un hábito jesuita), puso en valor la dignidad femenina, en épocas en que las mujeres vivían para ser madres o para ser monjas, no leían ni escribían y les estaba vedada toda actuación social independiente respecto de un hombre era, esa muchacha que después de 250 años, sería declarada la primera santa argentina.
La beata desafió así las convenciones de la sociedad colonial y tuvo una influencia crucial en el clima independentista de mayo de 1810.
La expulsión de los Jesuitas de América, en 1767, fue el contexto histórico en el que María Antonia sobresalió. Nacida en 1730 de una noble familia oriunda de Santiago del Estero –hablaba quechua y evangelizaba a las comunidades originarias junto con los miembros de la Compañía de Jesús, antes de su expulsión.
De hecho, fueron los quechuas quienes la bautizaron “Mama Antula”, diminutivo de Madre Antonia.
Mama Antula era una mujer audaz.
Recorrió a pie casi 5.000 kilómetros por el virreinato del Perú -en las actuales provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Córdoba-, acompañada por un pequeño grupo de mujeres y cuando Buenos Aires pasó a ser el centro del virreinato del Río de la Plata se instaló en las costas porteñas, donde “puso de moda” los ejercicios espirituales ignacianos y construyó uno de los edificios más antiguos de la ciudad: la Santa Casa de Ejercicios (1784), aún en funcionamiento, ubicada sobre calle Independencia en Capital Federal y es el primer monumento nacional, sede de la Congregación de las Hijas del Divino Salvador. Y manteniendo vivo el legado de la Compañía de Jesús mediante la realización de los retiros de su fundador, San Ignacio de Loyola
Mama Antula introdujo además en nuestra nación la devoción por San Cayetano, el patrono del pan y del trabajo. Albergaba a los niños abandonados, alimentándolos, vistiéndolos, dándoles un hogar y bautizándolos con el apellido “San José”.
MAMA ANTULA Y LOS PROCERES DE LA INDEPENDENCIA-
La trascendencia histórica de Mama Antula en los sucesos independentistas de la Argentina quizá haya sido vital, para el reconocimiento de su trayectoria. Considerada como una Madre de la Patria.
Cuentan los historiadores que, de las multitudinarias tandas de ejercicios espirituales realizados por ella en la Santa Casa, participaron varios próceres de la independencia, como Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga y hasta el Virrey Santiago de Liniers, según constaba en archivos guardados en 6 cajas que iban a ser remitidas a la Santa Sede, y que fueron perdidas luego del ataque incendiario a la Curia de Buenos Aires en junio de 1955.
Mama Antula (1730) ya había cumplido los 40 años cuando nació Manuel Belgrano (1770) Según la tradición, Belgrano realizó reiteradas veces -entre 8 y 9 veces- los Ejercicios Espirituales en la Santa Casa,
Es sabido que la madre del General Manuel Belgrano era santiagueña, como María Antonia de Paz y Figueroa, y por eso los Belgrano la apoyaron y hospedaron en los inicios de la misión de Mama Antula en la porteña Buenos Aires virreinal.
Era una mujer poderosa: en la Buenos Aires colonial de entonces, en la que la Iglesia tenía tanto o más peso político que el Virrey, ningún seminarista podía ser ordenado si antes Mama Antula no había certificado su comportamiento durante los Ejercicios Espirituales.
Cintia Suárez, coautora de su biografía junto con Nunzia Locatelli, explicó que Mama Antula se comprometía con "personas que eran consideradas cosas en la época de la colonia".
Y EXPRESAN que el mensaje de quien será la primera santa argentina fue "muy fuerte para su tiempo e inspira a mujeres incluso hasta hoy".
La historiadora Graciela Ojeda de Río, dedicada a difundir la vida de la beata, narra que "era una mujer de fe, laica, comprometida con la iglesia" y destaca que "como las primeras beatas de la historia, comprometidas y muy cultas, que leían, se instruían y hacían beneficio a la sociedad sin mirar a quien e intentaban llegar a todos los necesitados".
DE LA BEATIFICACION A LA SANTIFICACION
Mama Antula había sido beatificada en 2016 en Santiago del Estero, luego de que el Papa autorizara la publicación de un milagro por la sanación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, quien habría recuperado la salud en 1904 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación. La curación de la hermana religiosa Vanina Rosa en 1905 fue el primer milagro atribuido a Mama Antula.
En 2010, Benedicto XVI había dado el primer paso hacia la beatificación de Mama Antula al considerarla "venerable" tras reconocer que "practicó las virtudes cristianas en grado heroico".
La recuperación de un hombre de un accidente cerebrovascular constituye su segundo milagro por el cual ha sido canonizada
El milagro que se le atribuye a Mama Antula obedece a la supervivencia milagrosa de Claudio Perusini (nacido en Santa Fe en 1959), quien en 2017 sufrió un “ictus isquémico con infarto hemorrágico en varias zonas, coma profundo, sepsis, shock séptico resistente, con fallo multiorgánico”. Ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital José M. Cullen de la ciudad de Santa Fe en estado comatoso, el pronóstico era poco auspicioso o muy reservado, con muy pocas posibilidades de volver a la vida normal debido a las lesiones cerebrales irreparables. Permaneció 28 días en estado vegetativo.
Al cabo de unos días, Perusini mostró una notable mejoría y, tras unos meses de fisioterapia en el Hospital Vera Candioti, era independiente, autónomo en su vida diaria, realizando tareas manuales normales. Todos los familiares y amigos habían rezado pidiendo la intercesión de Mama Antula. Siete personas que no eran amigos ni familiares también rezaron por la salud del enfermo.
Fue monseñor Ernesto Giobando, (jesuita) amigo personal de la familia Perusini, quien les acercó la imagen de Mama Antula para que le recen cuando Claudio estaba internado en el Cullen. Desde aquel día el hombre lleva consigo aquella estampita.
La sanación de Perusini no tiene explicación médica. Fue considerada un posible milagro.
Dijo el papa Francisco, esta canonización le hará mucho bien al pueblo argentino.
Que así sea
Prof. MARIA CRISTINA GALLARRETA