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20-02-2025
Jubileo 2025
¿Qué significa para la Iglesia Católica?
El Papa Francisco inauguró el Año Jubilar
El Año Jubilar de 2025 es una celebración de la Iglesia Católica que comenzó el 24 de diciembre de 2024 y terminará el 6 de enero de 2026.
Con el rito de la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco comenzó este tiempo de gracia. Es un tiempo de renovación espiritual y perdón. Peregrinación que se hace hasta Roma y cuyo símbolo más visible es cruzar una de las Puertas Santas. Originalmente, solo había una puerta, la de la basílica de San Juan de Letrán, pero más tarde en la historia, las demás basílicas de la capital italiana también ofrecieron esta posibilidad.
La palabra Jubileo parece derivar de yobel, el cuerno de carnero utilizado para indicar el comienzo del año en el Día de la Expiación (Yom Kippur).
Historia del Jubileo
La idea del Año Santo aparece en la Biblia, donde se indica que debía ser convocado cada 50 años como tiempo en el que se experimentaba que la santidad de Dios transformaba, implicando el perdón de las deudas, la restitución de terrenos enajenados y el descanso de la tierra (Lv 25,8‑13).
Bonifacio VIII convocó el primer Jubileo en 1300. Desde entonces, su frecuencia ha cambiado: al principio era cada 100 años; en 1343 se redujo a 50 años por Clemente VI y, en 1470, a 25 años por Pablo II. También hay Jubileos extraordinarios, como el de 1933 convocado por Pío XI y el Año de la Misericordia en 2015 proclamado por el Papa Francisco.
¿Cómo podemos trabajar el Jubileo en nuestras escuelas?
Puede descargar el documento al pie de esta nota y encontrará información de su interés.
Oración del Jubileo
Padre que estás en el cielo,
la fe que nos has donado en
tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano,
y la llama de caridad
infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo,
despierten en nosotros la bienaventurada esperanza
en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme
en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio
que fermenten la humanidad y el cosmos,
en espera confiada
de los cielos nuevos y de la tierra nueva,
cuando vencidas las fuerzas del mal,
se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo
reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza,
el anhelo de los bienes celestiales
y derrame en el mundo entero
la alegría y la paz
de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente,
sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.Francisco